Casillas también debería ser declarado Hijo Predilecto del Real Madrid. No negaré que me dio cierta envidia (sana, por supuesto) que El Sardinero ovacionase a Iniesta y Villa al ser sustituidos pese a la tunda que le estaban dando al Racing. En el Madrid se han marchado de una tacada Raúl y Guti y, de pronto, el Bernabéu se ha quedado casi sin símbolos a los que subir al altar de la idolatría. El único que se sostiene en lo más alto de la cumbre, como Edurne Pasaban con sus 14 ochomiles, es Iker. En Mallorca su equipo decepcionó a todos. Pero él cumplió, una vez más, con su parte del trato. Ni un gol encajado, la parada que le hizo a De Guzman fue soberbia, y una madurez que contagió a su sólida defensa.


Si Casillas, en su día grande con su precioso pueblo abulense, dice que "poco a poco este Madrid será algo grande", conviene hacerle caso. Él ya ganó una Liga después de un pírrico 0-0 en la primera jornada. ¡Y fue en el Bernabéu ante el Villarreal! El entrenador era Capello (digamos que del perfil de Mourinho) y esa tarde jugaban al lado de Iker cracks como Roberto Carlos, Cannavaro, Beckham, Raúl, Robinho, Guti y Van Nistelrooy. Tampoco fueron capaces de meter un gol ni con 82.000 fieles en las gradas. ¿Y saben qué pasó? Ese Madrid terminó cantando el alirón en Cibeles tras la heroica remontada del Clavo Ardiendo. Valdés, Puyol, Xavi, Iniesta y Messi saben de qué hablo. Ellos perdieron esa Liga...








Edición Trofeo Santiago Berbabéu Real Madrid - Peñarol

El Peñarol mide el calibre del proyecto liderado por el portugués.

El pasado 22 de mayo, José Mourinho se abrazaba entre lágrimas con Materazzi en la pared trasera del parking del Bernabéu. Pese a ganar la Champions con un equipo de jugadores entraditos en la treintena de años (sólo Sneijder se salía de esa dinámica), su decisión de fichar por el Madrid era definitiva. La afición blanca le espera como un salvador, como el tipo que posee el antídoto para frenar a ese Barça imperial que juega muy bien y acapara todos los elogios de la crítica.

Tres meses después, el Trofeo Bernabéu permitirá calibrar la dimensión de este proyecto de autor, basado en la personalidad arrolladora de su entrenador. Pese a que antes del partido se presentará por la megafonía a los seis fichajes de la nueva era (Ozil, Khedira, Di María, Canales, Pedro León y Carvalho), no duden que la gran estrella y la mayor ovación se la llevará Mourinho. Él es el Galáctico 2010. De hecho, costó 16 millones de euros...

El Peñarol es el invitado para la 32 edición de un trofeo que debería ser más cuidado por el club. En los últimos años hemos visto pasar a los Pumas, el MLS All Star, el Sporting de Lisboa y el Rosenborg. Es decir, morralla impropia del personaje legendario que representa este trofeo nacido para rendir homenaje al Más Grande (Santiago Bernabéu de Yeste). El Peñarol es un equipo decadente, aunque viene de ser campeón de la última liga uruguaya (derrotó al Nacional en el playoff final). En sus filas juegan Sosa, que se hizo famoso en el Atleti por darse una culada dando toques al balón en su presentación, y Diego Alonso, pichichi del ascenso atlético en 2002 que fue golpeado por un policía en Neptuno al no saber quién era...

Salen los buenos.
El que tiene claro que lo de hoy es algo más que un amistoso es el propio Mourinho. Convocó a 23 jugadores, los 21 disponibles más los canteranos Mateos y Juanfran. Y para evitar dudas dejó claro que Casillas, Cristiano, Ramos y Xabi Alonso "jugarán setenta u ochenta minutos". En el once inicial también se perfila atrás con Arbeloa, Sergio, Carvalho y Marcelo, con Khedira acompañando a Xabi, Ozil de riguroso estreno haciendo de Kaká (seguro que mejor), Di María o Canales comiéndose una banda, Cristiano ocupando la otra e Higuaín enseñando su pólvora arriba (Benzema tendrá otros 45 minutos). Lo peor es la hora (22:15 horas). El partido empezará hoy y acabará mañana. Son las cosas del verano...





La firma de Mesut Özil como nuevo jugador del Real Madrid quedó ayer plasmada en el Santiago Bernabéu. El jugador alemán es una petición expresa de Mourinho, consciente de que se trata de uno de los futbolistas con mayor progresión del panorama internacional. Sus cualidades técnicas, su prometedor futuro y su actuación en el Mundial le habían convertido en una de las piezas más codiciadas en el mercado de fichajes, no en vano, era pretendido por media Europa.

El acierto de esta incorporación queda constatado al comprobar cómo el Barcelona intentó, hasta el último minuto, que la operación no llegara a buen puerto. El club catalán trató de convencer, por todos los medios, a Özil para que vistiera de azulgrana y no de blanco. Las leyes de libre mercado le legitimaban para hacer llegar al Werder Bremen su propia oferta, así como mejores condiciones contractuales al jugador. Pero, siempre que fuera de frente y sin artimañas. Sólo así sería aceptable que el Barça insistiera tanto en hacerse con los servicios de un crack de la talla de Özil. Aunque dicha oferta era a su vez extemporánea al producirse cuando el Madrid ultimaba su acuerdo.

Sus pretensiones pincharon en hueso por la enorme personalidad del jugador alemán, fiel a su palabra. Ni el cheque en blanco que le ofrecieron desde la Ciudad Condal le quitó de la cabeza su idea de militar en el Madrid. Y así de claro lo dejó en sus primeros minutos en su nuevo club: “¿El Barça? Yo vengo al mejor club del mundo”.

Özil nunca quiso ir a otro equipo. Sólo pensaba en enfundarse la zamarra blanca. El hecho de trabajar a las órdenes del mejor entrenador del mundo fue un acicate más para poner rumbo al Bernabéu. La afición ya sabe que no sólo ha fichado a un futbolista superlativo, sino a un jugador comprometido con unos colores: los madridistas.



Empezó a jugar al fútbol en Gelsenkirchen, la ciudad en la que ahora deslumbra ese mito llamado
Raúl, y su familia es de Turquía, el país en el que ahora despliega sus pases magistrales Guti. O sea, que Ozil llega bendecido al estar metido sin saberlo en la ruta de los dos capitanes blancos. Este alemán con cara tímida y elegancia en el gesto va a dar que hablar en el Bernabéu durante muchos años. Su comparecencia ante la Prensa fue inmejorable, meditando lo que debía decir y lo que debía callarse. Nos recordó que si está aquí es porque el Madrid "es el mejor club del mundo". Para los que le veían de azulgrana, va a ser que no...


También nos recordó que si ha dado el gran salto ha sido gracias al poder infinito de seducción que tiene Mourinho sobre los futbolistas. Le bastó una conversación con el portugués para saber que este debía ser su destino. Mourinho parece haberle metido ya en vena lo que es el Madrid hasta el extremo de haber dejado en un segundo plano el Ramadán, "porque un profesional debe cuidarse y estar descansado". No olvidemos que Ozil fue nominado por la FIFA entre los 10 candidatos al Balón de Oro del Mundial de Sudáfrica. Ozil es el auténtico crack de los fichajes de este verano. La guinda de un pastel que huele cada vez mejor.